Recuerdos del '55 (2)
NATALIO ACHER
Nació el 5 de agosto de 1934 en el popular barrio de Barracas (Cap. Fed) – Está casado y tiene 3 hijos.
De oficio electricista, trabajó siempre en forma independiente, pues nunca quiso tener patrón ni empleo público.
Militancia en el Peronismo
A los 17 años Natalio Acher se une a la Juventud Peronista con amigos de Barracas. Con el grupo saca un pequeño periódico impreso en mimeógrafo llamado “El Lidercito”.
En 1955 lo incorporan al servicio militar destinándolo como enfermero al Batallón de Agua Motorizado, en Campo de Mayo, dependiente de la Escuela de Ingeniería.
En las primeras horas de la madrugada del 21 de setiembre de 1055 el batallón estaba formado, esperando ver cómo se desarrollaban los acontecimientos del golpe militar. Natalio rompe la formación y enfrentando al jefe, mayor José María Arredondo, le grita: “¿Qué estamos esperando para salir a defender al gobierno constitucional?”. Inmediatamente lo encierran 90 días en un calabozo y lo someten a proceso.
Lo pasan a la clase 1956. Vuelve a trabajar en la enfermería y al poco tiempo le dan permiso para salir todos los días pero volviendo a dormir al batallón. Aprovecha para trabar nuevamente contacto con el grupo de amigos, ya en la Resistencia y reinician la publicación de “El Lidercito”. En esas andanzas sufre un grave accidente de tránsito y debe pasar casi dos meses internado en el Hospital Militar de la Avenida Luís María Campos para retornar luego a la enfermería del batallón.
Aun estando bajo bandera y convaleciente, y sin recibir noticias nunca del proceso por haber roto fila e increpado al jefe del batallón ante toda la tropa, vuelven a acordarle los permisos de salida y trabaja en los preparativos de la rebelión del General Valle del 9 de junio. Aquella noche, el grupo Barracas es citado para un encuentro en Lanús, donde recibiría instrucciones operativas, pero el contacto no llega y regresan horas después. Por esa razón no cumple la obligación de presentarse a dormir durante tres noches al batallón. Ya lo consideraban “desertor”, cuando interviene en su favor el subteniente médico Isaac Kraitman, aduciendo que había estado en la enfermería.
Al fin, el 11 de julio de 1956 le dan la baja. De inmediato se reincorpora a la Resistencia.
En octubre de 1956 es detenido con varios compañeros, delatados por un infiltrado llamado José Luís Cora, vinculado a grupos clericales de los Comandos Civiles. Estuvo unos días en el Departamento Central de la Policía Federal y luego lo pasaron a la cárcel de Caseros. Como no reconoció ningún cargo ni habían pruebas contra él, pocos días antes de la Navidad de aquel año es puesto en libertad. Y el 24 de diciembre sus compañeros de pabellón recibieron un gran paquete con pan dulce y otros obsequios de Natalio.
Otra vez Acher retornó a la Resistencia militando en la FAP y luego en Montoneros, grupo éste del que se desvinculó poco después por diferencias ideológicas.
El compañero Natalio, asiduo lector, a los 72 años de edad sigue siendo un admirado difusor del pensamiento nacional del General Perón.
Tal fue siempre la actividad militante de este compañero solidario y generoso, que un día recordando su juventud reconoció, sin lamentarlo, que no había tenido tiempo para aprender a bailar. A su compañero de prisión, bastante mayor que él, se le humedecieron los ojos.
Enrique Oliva